Parashá 53 Haazinu

Devarim (Deuteronomio) 32:1 – 52

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Aliyás de la Torá:

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1. 32:1-6

2. 32:7-12

3. 32:13-18

4. 32:19-28

5. 32:29-39

6. 32:40-43

7. 32:44-52

8. Maftir: 32:48-52

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Haftará: 2 Samuel 22:1-51

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Los Escritos Mesiánicos: Revelación 20:11 – 21:27

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Esta Parashá contiene:

PERAKIM (Capítulos)= 1

PESUKIM (Versículos)= 52

MITZVOT ASE= 0

MITZVOT LO-TAASE=0

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CAPÍTULO 32

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Cántico de Moshé - Introducción

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Moshé presagia el futuro del Pueblo de Israel

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Esta Parshat es un cantico de Haazinu y esta canción describe poéticamente lo que ocurrirá al pueblo judío hasta el final de los días. Predice su castigo por transgredir el pacto con Di-s y describe como, en última instancia, Hashem castigara a quienes le hicieran el mal en el exilio.

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En el Jumash menciona como introducción este es el “Canto” del cual Moshé había hablado en el capítulo anterior. Ahí, Moshé había convocado a los cielos y la tierra para que fueran testigos de las calamidades que acaecerían a Israel si pecaba, y del inenarrable alborozo que vendrá con la redención final.​

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El Tamúd comenta:

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Eruvin 54b:14

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Rabí Akiva dice: ¿De dónde derivamos que una persona está obligada a enseñar a su alumno hasta que aprenda el material y lo comprenda? Como se dice: "Ahora, pues, escribe este cántico para ti, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en sus bocas, para que este cántico me sirva de testigo contra los hijos de Israel" (Deuteronomio 31:19). Este versículo indica que uno debe enseñar Torá a los demás. ¿Y de dónde derivamos que uno debe enseñar a sus alumnos hasta que el material esté organizado en sus bocas? Como está dicho: "Ponlo en sus bocas", para que sean capaces de enseñarlo a otros.

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Nedarim 38a:6

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La Guemará cita un versículo adicional: "Ahora, pues, escribe este cántico para vosotros, y enséñaselo a los hijos de Israel" (Deuteronomio 31:19). Aparentemente, a Moisés se le ordenó enseñar la Torá al pueblo judío. La Guemará responde: El verso se refiere solo a la canción de Ha'azinu (Deuteronomio 31) y no al resto de la Torá. La Guemará pregunta: Pero la continuación de ese versículo citado: "Que este cántico sea un testimonio de Mí entre los hijos de Israel" (Deuteronomio 31:19), indica que la referencia es a toda la Torá, en la que están escritas las mitzvot. Más bien, la Torá fue dada desde el principio a todo el pueblo judío, y cuando Rabí Yosei, hijo de Rabí Janina, dijo que la Torá fue dada exclusivamente a Moisés, se refería simplemente al análisis profundo de la Torá. Moisés optó por enseñarlo al pueblo por su propia iniciativa.

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Primera aliyá, 32:1 - 6

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Deu 32:1  Prestad atención, oh cielos, y dejadme hablar; y escuche la tierra las palabras de mi boca.

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Deu 32:2  Caiga como la lluvia mi enseñanza, y destile como el rocío mi discurso, como llovizna sobre el verde prado y como aguacero sobre la hierba.

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Deu 32:3  Porque yo proclamo el nombre del SEÑOR; atribuid grandeza a nuestro Dios.

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Deu 32:4  ¡La Roca! Su obra es perfecta, porque todos sus caminos son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia, justo y recto es El.

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Deu 32:5  En forma corrompida se han portado con El. No son sus hijos, debido a los defectos de ellos; son una generación perversa y torcida.

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Deu 32:6  ¿Así pagáis al SEÑOR, oh pueblo insensato e ignorante? ¿No es El tu padre que te compró? El te hizo y te estableció.

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Misericordia de Hashem hacia el Pueblo de Israel

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Segunda aliyá, 32:7- 12

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Deu 32:7  Acuérdate de los días de antaño; considera los años de todas las generaciones. Pregunta a tu padre, y él te lo hará saber; a tus ancianos, y ellos te lo dirán.

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Deu 32:8  Cuando el Altísimo dio a las naciones su herencia, cuando separó los hijos del hombre, fijó los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel.

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Deu 32:9  Pues la porción del SEÑOR es su pueblo; Jacob es la parte de su heredad.

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Deu 32:10  Lo encontró en tierra desierta, en la horrenda soledad de un desierto; lo rodeó, cuidó de él, lo guardó como a la niña de sus ojos.

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Deu 32:11  Como un águila que despierta su nidada, que revolotea sobre sus polluelos, extendió sus alas y los tomó, los llevó sobre su plumaje.

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Deu 32:12  El SEÑOR solo lo guió, y con él no hubo dios extranjero.

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Tercera aliyá, 32:13 - 18

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Deu 32:13  Lo hizo cabalgar sobre las alturas de la tierra, y comió el producto del campo; le hizo gustar miel de la peña, y aceite del pedernal,

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Deu 32:14  cuajada de vacas y leche de ovejas, con grosura de corderos, y carneros de raza de Basán y machos cabríos, con lo mejor del trigo; y de la sangre de uvas bebiste vino.

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Moshé predice que Israel se rebelará contra Hashem

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Deu 32:15  Pero Jesurún engordó y dio coces (has engordado, estás cebado y rollizo); entonces abandonó a Dios que lo hizo, y menospreció a la Roca de su salvación.

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Deu 32:16  Le provocaron a celos con dioses extraños, con abominaciones le provocaron a ira.

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Deu 32:17  Ofrecieron sacrificios a demonios, no a Dios, a dioses que no habían conocido, dioses nuevos que vinieron recientemente, a los que vuestros padres no temieron.

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Deu 32:18  Despreciaste a la Roca que te engendró, y olvidaste al Dios que te dio a luz.

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Moshé advierte que Hashem ha de sancionar a Israel por sus faltas

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Cuartaa aliyá, 32:19 - 25

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Deu 32:19  Y el SEÑOR vio esto, y se llenó de ira a causa de la provocación de sus hijos y de sus hijas.

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Deu 32:20  Entonces El dijo: "Esconderé de ellos mi rostro, veré cuál será su fin; porque son una generación perversa, hijos en los cuales no hay fidelidad.

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Deu 32:21  "Ellos me han provocado a celo con lo que no es Dios; me han irritado con sus ídolos. Yo, pues, los provocaré a celos con los que no son un pueblo; los irritaré con una nación insensata,

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Deu 32:22  porque fuego se ha encendido en mi ira, que quema hasta las profundidades del Seol, consume la tierra con su fruto, e incendia los fundamentos de los montes.

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Deu 32:23  "Amontonaré calamidades sobre ellos, emplearé en ellos mis saetas.

 

Deu 32:24  "Serán debilitados por el hambre, y consumidos por la plaga y destrucción amarga; dientes de fieras enviaré sobre ellos, con veneno de serpientes que se arrastran en el polvo.

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Deu 32:25  "Afuera traerá duelo la espada, y dentro el terror, tanto al joven como a la virgen, al niño de pecho como al hombre encanecido.

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Hashem se resiste a destruir a Israel

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Deu 32:26  "Yo hubiera dicho: 'Los haré pedazos, borraré la memoria de ellos de entre los hombres',

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Deu 32:27  si no hubiera temido la provocación del enemigo, no sea que entendieran mal sus adversarios, no sea que dijeran: 'Nuestra mano ha triunfado, y no es el SEÑOR el que ha hecho todo esto.'"

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Deu 32:28  Porque son una nación privada de consejo, y no hay en ellos inteligencia.

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Quinta aliyá, 32:24 - 39

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Deu 32:29  Ojalá que fueran sabios, que comprendieran esto, que discernieran su futuro.

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Deu 32:30  ¿Cómo es que uno puede perseguir a mil, y dos hacer huir a diez mil, si su Roca no los hubiera vendido, y el SEÑOR no los hubiera entregado?

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Deu 32:31  En verdad, su roca no es como nuestra Roca; aun nuestros mismos enemigos así lo juzgan.

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Deu 32:32  Porque la vid de ellos es de la vid de Sodoma y de los campos de Gomorra; sus uvas son uvas venenosas, sus racimos, amargos.

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Deu 32:33  Su vino es veneno de serpientes, y ponzoña mortal de cobras.

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Deu 32:34  "¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?

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Deu 32:35  "Mía es la venganza y la retribución; a su tiempo el pie de ellos resbalará, porque el día de su calamidad está cerca, ya se apresura lo que les está preparado."

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Desenlace del Cántico - Hashem consuela a Israel

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Deu 32:36  Porque el SEÑOR vindicará a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos, cuando vea que su fuerza se ha ido, y que nadie queda, ni siervo ni libre.

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Deu 32:37  Dirá El entonces: "¿Dónde están sus dioses, la roca en que buscaban refugio,

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Deu 32:38  los que comían la grosura de sus sacrificios, y bebían el vino de su libación? ¡Que se levanten y os ayuden! ¡Que sean ellos vuestro refugio!

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Deu 32:39  "Ved ahora que yo, yo soy el Señor, y fuera de mí no hay dios. Yo hago morir y hago vivir. Yo hiero y yo sano, y no hay quien pueda librar de mi mano.

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Sexta aliyá, 32:40 - 43

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Deu 32:40  "Ciertamente, alzo a los cielos mi mano, y digo: Como que vivo yo para siempre,

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Deu 32:41  cuando afile mi espada flameante y mi mano empuñe la justicia, me vengaré de mis adversarios y daré el pago a los que me aborrecen.

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Deu 32:42  "Embriagaré mis saetas con sangre, y mi espada se hartará de carne, de sangre de muertos y cautivos, de los jefes de larga cabellera del enemigo."

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Deu 32:43  Regocijaos, naciones, con su pueblo, porque El vengará la sangre de sus siervos; traerá venganza sobre sus adversarios, y hará expiación por su tierra y su pueblo.

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Últimas instrucciones a Moshé

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Séptima aliyá, 32:44 - 47

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Deu 32:44  Entonces llegó Moisés y habló todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él, con Josué, hijo de Nun.

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Deu 32:45  Cuando terminó Moisés de hablar todas estas palabras a todo Israel,

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Deu 32:46  les dijo: Fijad en vuestro corazón todas las palabras con que os advierto hoy, las cuales ordenaréis a vuestros hijos que las obedezcan cuidadosamente, todas las palabras de esta ley.

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Deu 32:47  Porque no es palabra inútil para vosotros; ciertamente es vuestra vida. Por esta palabra prolongaréis vuestros días en la tierra adonde vosotros vais, cruzando el Jordán a fin de poseerla.

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Última orden de Hashem a Moshé - que ascienda al monte para observar la Tierra Prometida

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Maftir

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Deu 32:48  En aquel mismo día, habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:

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Deu 32:49  Sube a estos montes de Abarim, al monte Nebo, que está en la tierra de Moab frente a Jericó, y mira hacia la tierra de Canaán, la cual doy a los hijos de Israel en posesión.

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Deu 32:50  Morirás en el monte al cual subes, y serás reunido a tu pueblo, así como murió tu hermano Aarón sobre el monte Hor, y fue reunido a su pueblo;

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Deu 32:51  porque me fuisteis infieles en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin, porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel.

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Deu 32:52  Por tanto, sólo de lejos verás la tierra, pero allí no entrarás, a la tierra que doy a los hijos de Israel.

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​HAFTARAT HAAZINU

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 2 Shemuel (Samuel) 22:1 - 51

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  2 Shemuel (Samuel) 22

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Cantico de gratitud

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2Sa 22:1  Habló David las palabras de este cántico al SEÑOR el día que el SEÑOR lo libró de la mano de todos sus enemigos y de la mano de Saúl.

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2Sa 22:2  Y dijo: El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador;

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2Sa 22:3  mi Dios, mi roca en quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable y mi refugio; salvador mío, tú me salvas de la violencia.

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2Sa 22:4  Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, y soy salvo de mis enemigos.

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2Sa 22:5  Las ondas de la muerte me cercaron, los torrentes de iniquidad me atemorizaron;

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2Sa 22:6  los lazos del Seol me rodearon, las redes de la muerte surgieron ante mí.

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2Sa 22:7  En mi angustia invoqué al SEÑOR, sí, clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor llegó a sus oídos.

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2Sa 22:8  Entonces la tierra se estremeció y tembló, los cimientos de los cielos temblaron y fueron sacudidos, porque El se indignó.

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2Sa 22:9  Humo subió de su nariz, y el fuego de su boca consumía; carbones fueron por él encendidos.

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2Sa 22:10  Inclinó también los cielos, y descendió con densas tinieblas debajo de sus pies.

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2Sa 22:11  Cabalgó sobre un querubín, y voló; y apareció sobre las alas del viento.

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2Sa 22:12  De tinieblas hizo pabellones a su alrededor, abundantes aguas, densos nubarrones.

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2Sa 22:13  Del fulgor de su presencia ascuas de fuego se encendieron.

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2Sa 22:14  Tronó el SEÑOR desde los cielos, y el Altísimo dio su voz.

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2Sa 22:15  Y envió saetas, y los dispersó, relámpagos, y los confundió.

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2Sa 22:16  Entonces los abismos del mar aparecieron, los cimientos del mundo quedaron al descubierto, por la reprensión del SEÑOR, por el soplo del aliento de su nariz.

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2Sa 22:17  Extendió la mano desde lo alto y me tomó; me sacó de las muchas aguas.

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2Sa 22:18  Me libró de mi poderoso enemigo, de los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo.

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2Sa 22:19  Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, mas el SEÑOR fue mi sostén.

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2Sa 22:20  También me sacó a un lugar espacioso; me rescató, porque se complació en mí.

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2Sa 22:21  El SEÑOR me ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la pureza de mis manos me ha recompensado.

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2Sa 22:22  Porque he guardado los caminos del SEÑOR, y no me he apartado impíamente de mi Dios.

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2Sa 22:23  Pues todas sus ordenanzas estaban delante de mí, y en cuanto a sus estatutos, no me aparté de ellos.

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2Sa 22:24  También fui íntegro para con El, y me guardé de mi iniquidad.

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2Sa 22:25  Por tanto el SEÑOR me ha recompensado conforme a mi justicia, conforme a mi pureza delante de sus ojos.

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2Sa 22:26  Con el benigno te muestras benigno, con el hombre íntegro te muestras íntegro;

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2Sa 22:27  con el puro eres puro, y con el perverso eres sagaz.

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2Sa 22:28  Salvas al pueblo afligido, pero tus ojos están sobre los altivos a quienes tú humillas.

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2Sa 22:29  Porque tú eres mi lámpara, oh SEÑOR; el SEÑOR alumbra mis tinieblas.

 

2Sa 22:30  Pues contigo aplastaré ejércitos, con mi Dios escalaré murallas.

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2Sa 22:31  En cuanto a Dios, su camino es perfecto; acrisolada es la palabra del SEÑOR; El es escudo a todos los que a El se acogen.

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2Sa 22:32  Pues ¿quién es Dios, fuera del SEÑOR? ¿Y quién es roca, sino sólo nuestro Dios?

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2Sa 22:33  Dios es mi fortaleza poderosa, y el que pone al íntegro en su camino.

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2Sa 22:34  El hace mis pies como de ciervas, y me afirma en mis alturas.

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2Sa 22:35  El adiestra mis manos para la batalla, y mis brazos para tensar el arco de bronce.

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2Sa 22:36  Tú me has dado también el escudo de tu salvación, y tu ayuda me engrandece.

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2Sa 22:37  Ensanchas mis pasos debajo de mí, y mis pies no han resbalado.

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2Sa 22:38  Perseguí a mis enemigos y los destruí, y no me volví hasta acabarlos.

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2Sa 22:39  Los he consumido y los he destrozado, y no pudieron levantarse; cayeron debajo de mis pies.

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2Sa 22:40  Pues tú me has ceñido con fuerza para la batalla; has subyugado debajo de mí a los que contra mí se levantaron.

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2Sa 22:41  También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, y destruí a los que me odiaban.

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2Sa 22:42  Clamaron, mas no hubo quién los salvara; aun al SEÑOR clamaron, mas no les respondió.

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2Sa 22:43  Entonces los pulvericé, como polvo de la tierra, como lodo de las calles los trituré y los pisé.

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2Sa 22:44  Tú me has librado también de las contiendas de mi pueblo; me has guardado para ser cabeza de naciones; pueblo que yo no conocía me sirve.

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2Sa 22:45  Los extranjeros me fingen obediencia, al oírme, me obedecen.

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2Sa 22:46  Los extranjeros desfallecen, y salen temblando de sus fortalezas.

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2Sa 22:47  El SEÑOR vive, bendita sea mi roca, y ensalzado sea Dios, roca de mi salvación,

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2Sa 22:48  el Dios que por mí hace venganza, y hace caer pueblos debajo de mí;

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2Sa 22:49  el que me libra de mis enemigos. Tú me exaltas sobre los que se levantan contra mí; me rescatas del hombre violento.

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2Sa 22:50  Por tanto, te alabaré, oh SEÑOR, entre las naciones, y cantaré alabanzas a tu nombre.

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2Sa 22:51  El es torre de salvación a su rey, y muestra misericordia a su ungido, a David y a su descendencia para siempre.​​

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