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Sosteniendo un libro de oraciones

REFLEXIONES & ENSEÑANZA

PARASHÁ SEMANAL DE LA TORÁ

La Torá es fundamentalmente el libro que le revela al hombre la VOLUNTAD de Hashem, que debe hacer y cómo debe hacerlo y el objetivo del hombre es apegarse a Hashem.

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Parashá 07 Vaietze

Génesis 28:10 – 32:3 


 

Aliyás de la Torá:

  1. 28:10-22

  2. 29:1-17

  3. 29:18 – 30:13

  4. 30:14-27

  5. 30:28 – 31:16

  6. 31:17-42

  7. 31:43 – 32:2(3 heb.)

  8. Maftir: 31:55(32:1 heb.) – 32:2(3 heb.)

Haftará: Oseas 12:13 – 14:10 (Ashken.) 11:7 – 12:11(12 heb.) (Sefard.)

Los Escritos Mesiánicos: Marcos 10:32 – 11:3

Esta Parashá contiene:

PERAKIM (Capítulos)= 5

PESUKIM (Versículos)= 148

MITZVOT ASE= 0

MITZVOT LO TAASE=0

CAPÍTULO 28

Iaakov parte de Beer Sheva hacía Jarán. El sueño de la escalera

Primera aliyá, 28:10-22

Gén 28:10  Y salió Jacob de Beerseba, y fue para Harán.

Gén 28:11  Y llegó a cierto lugar y pasó la noche allí, porque el sol se había puesto; tomó una de las piedras del lugar, la puso de cabecera y se acostó en aquel lugar.

Gén 28:12  Y tuvo un sueño, y he aquí, había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba hasta el cielo; y he aquí, los ángeles de Dios subían y bajaban por ella.

Gén 28:13  Y he aquí, el SEÑOR estaba sobre ella, y dijo: Yo soy el SEÑOR, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.

Gén 28:14  También tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra.

Gén 28:15  He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido.

Gén 28:16  Despertó Jacob de su sueño y dijo: Ciertamente el SEÑOR está en este lugar y yo no lo sabía.

Gén 28:17  Y tuvo miedo y dijo: ¡Cuán imponente es este lugar! Esto no es más que la casa de Dios, y esta es la puerta del cielo.

Gén 28:18  Y se levantó Jacob muy de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, la erigió por señal y derramó aceite por encima.

Gén 28:19  Y a aquel lugar le puso el nombre de Betel, aunque anteriormente el nombre de la ciudad había sido Luz.

Gén 28:20  Entonces hizo Jacob un voto, diciendo: Si Dios está conmigo y me guarda en este camino en que voy, y me da alimento para comer y ropa para vestir,

Gén 28:21  y vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces el SEÑOR será mi Dios.

Gén 28:22  Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios; y de todo lo que me des, te daré el diezmo.

CAPÍTULO 29

Iaakov encuentra a Rajel

Segunda aliyá, 29:1 - 17

Gén 29:1  Entonces Jacob siguió su camino, y fue a la tierra de los hijos del oriente.

Gén 29:2  Y miró, y vio un pozo en el campo, y he aquí, tres rebaños de ovejas estaban echados allí junto a él, porque de aquel pozo daban de beber a los rebaños, y la piedra sobre la boca del pozo era grande.

Gén 29:3  Cuando todos los rebaños se juntaban allí, entonces rodaban la piedra de la boca del pozo y daban de beber a las ovejas, y volvían a poner la piedra en su lugar sobre la boca del pozo.

Gén 29:4  Y Jacob dijo a los pastores: Hermanos míos, ¿de dónde sois? Y ellos dijeron: Somos de Harán.

Gén 29:5  Entonces les dijo: ¿Conocéis a Labán, hijo de Nacor? Y ellos respondieron: Lo conocemos.

Gén 29:6  Y él les dijo: ¿Se encuentra bien? Y dijeron: Está bien; mira, su hija Raquel viene con las ovejas.

Gén 29:7  Y él dijo: He aquí, aún es pleno día, no es tiempo de recoger el ganado. Dad de beber a las ovejas, e id a apacentarlas.

Gén 29:8  Pero ellos dijeron: No podemos, hasta que se junten todos los rebaños y quiten la piedra de la boca del pozo; entonces daremos de beber a las ovejas.

Gén 29:9  Todavía estaba él hablando con ellos, cuando llegó Raquel con las ovejas de su padre, pues ella era pastora.

Gén 29:10  Y sucedió que cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán, hermano de su madre, y las ovejas de Labán, hermano de su madre, Jacob subió y quitó la piedra de la boca del pozo, y dio de beber al rebaño de Labán, hermano de su madre.

Gén 29:11  Entonces Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró.

Gén 29:12  Y Jacob hizo saber a Raquel que él era pariente de su padre, y que era hijo de Rebeca; y ella corrió y se lo hizo saber a su padre.

Gén 29:13  Y sucedió que cuando Labán oyó las noticias de Jacob, hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó, lo besó y lo trajo a su casa. Entonces él contó a Labán todas estas cosas.

Gén 29:14  Y le dijo Labán: Ciertamente tú eres hueso mío y carne mía. Y Jacob se quedó con él todo un mes.

Gén 29:15  Y Labán dijo a Jacob: ¿Acaso porque eres mi pariente has de servirme de balde? Hazme saber cuál será tu salario.

Gén 29:16  Labán tenía dos hijas; el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel.

Gén 29:17  Y los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel era de bella figura y de hermoso parecer.

Tercera aliyá, 29:18 - 30:13

Gén 29:18  Y Jacob se había enamorado de Raquel, y dijo: Te serviré siete años por Raquel, tu hija menor.

Gén 29:19  Y Labán dijo: Mejor es dártela a ti que dársela a otro hombre; quédate conmigo.

Gén 29:20  Jacob, pues, sirvió siete años por Raquel, y le parecieron unos pocos días, por el amor que le tenía.

Gén 29:21  Entonces Jacob dijo a Labán: Dame mi mujer, porque mi tiempo se ha cumplido para unirme a ella.

Gén 29:22  Y Labán reunió a todos los hombres del lugar, e hizo un banquete.

Gén 29:23  Y sucedió que al anochecer tomó a su hija Lea y se la trajo, y Jacob se llegó a ella.

Gén 29:24  Y Labán dio su sierva Zilpa a su hija Lea como sierva.

Gén 29:25  Cuando fue de mañana, he aquí que era Lea. Y Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No fue por Raquel que te serví? ¿Por qué, pues, me has engañado?

Gén 29:26  Y Labán respondió: No se acostumbra en nuestro lugar dar a la menor antes que a la mayor.

Gén 29:27  Cumple la semana nupcial de ésta, y te daremos también la otra por el servicio que habrás de rendirme aún otros siete años.

Gén 29:28  Así lo hizo Jacob, y cumplió la semana de ella; y él le dio a su hija Raquel por mujer.

Gén 29:29  Y Labán dio su sierva Bilha a su hija Raquel como sierva.

Gén 29:30  Y Jacob se llegó también a Raquel, y amó más a Raquel que a Lea; y sirvió a Labán durante otros siete años.

Nacimiento de los doce hijos de Iaakov. Las Doce Tribus

Gén 29:31  Vio el SEÑOR que Lea era aborrecida, y le concedió hijos; pero Raquel era estéril.

Gén 29:32  Y concibió Lea y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Rubén, pues dijo: Por cuanto el SEÑOR ha visto mi aflicción, sin duda ahora mi marido me amará.

Gén 29:33  Concibió de nuevo y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto el SEÑOR ha oído que soy aborrecida, me ha dado también este hijo. Así que le puso por nombre Simeón.

Gén 29:34  Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez mi marido se apegará a mí, porque le he dado tres hijos. Así que le puso por nombre Leví.

Gén 29:35  Concibió una vez más y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré al SEÑOR; así que le puso por nombre Judá; y dejó de dar a luz.

CAPÍTULO 30

Gén 30:1  Pero viendo Raquel que ella no daba hijos a Jacob, tuvo celos de su hermana, y dijo a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero.

Gén 30:2  Entonces se encendió la ira de Jacob contra Raquel, y dijo: ¿Estoy yo en lugar de Dios, que te ha negado el fruto de tu vientre?

Gén 30:3  Y ella dijo: Aquí está mi sierva Bilha; llégate a ella para que dé a luz sobre mis rodillas, para que por medio de ella yo también tenga hijos.

Gén 30:4  Y le dio a su sierva Bilha por mujer, y Jacob se llegó a ella.

Gén 30:5  Bilha concibió y dio a luz un hijo a Jacob.

 

Gén 30:6  Y Raquel dijo: Dios me ha vindicado; ciertamente ha oído mi voz y me ha dado un hijo. Por tanto le puso por nombre Dan.

Gén 30:7  Concibió otra vez Bilha, sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob.

Gén 30:8  Y Raquel dijo: Con grandes luchas he luchado con mi hermana, y ciertamente he prevalecido. Y le puso por nombre Neftalí.

Gén 30:9  Viendo Lea que había dejado de dar a luz, tomó a su sierva Zilpa y la dio por mujer a Jacob.

Gén 30:10  Y Zilpa, sierva de Lea, dio a luz un hijo a Jacob.

Gén 30:11  Y Lea dijo: ¡Cuán afortunada! Y le puso por nombre Gad.

Gén 30:12  Después Zilpa, sierva de Lea, dio a luz un segundo hijo a Jacob.

Gén 30:13  Y Lea dijo: Dichosa de mí; porque las mujeres me llamarán bienaventurada. Y le puso por nombre Aser.

Cuarta aliyá, 30:14 - 25

Gén 30:14  Fue Rubén en los días de la cosecha de trigo, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a su madre Lea. Entonces Raquel dijo a Lea: Dame, te ruego, de las mandrágoras de tu hijo.

Gén 30:15  Pero ella le respondió: ¿Te parece poco haberme quitado el marido? ¿Me quitarás también las mandrágoras de mi hijo? Y Raquel dijo: Que él duerma, pues, contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo.

Gén 30:16  Y cuando Jacob vino del campo por la tarde, Lea salió a su encuentro y le dijo: Debes llegarte a mí, porque ciertamente te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y él durmió con ella aquella noche.

Gén 30:17  Escuchó Dios a Lea, y ella concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob.

Gén 30:18  Y Lea dijo: Dios me ha dado mi recompensa porque di mi sierva a mi marido. Y le puso por nombre Isacar.

Gén 30:19  Concibió Lea otra vez y dio a luz el sexto hijo a Jacob.

Gén 30:20  Y Lea dijo: Dios me ha favorecido con una buena dote; ahora mi marido vivirá conmigo, porque le he dado seis hijos. Y le puso por nombre Zabulón.

Gén 30:21  Después dio a luz una hija, y le puso por nombre Dina.

Gén 30:22  Entonces Dios se acordó de Raquel; y Dios la escuchó y le concedió hijos.

Gén 30:23  Y ella concibió y dio a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta.

Gén 30:24  Y le puso por nombre José, diciendo: Que el SEÑOR me añada otro hijo.

Iaacov procura regresar a su Tierra, pero Labán lo retiene

Gén 30:25  Y sucedió que cuando Raquel hubo dado a luz a José, Jacob dijo a Labán: Despídeme para que me vaya a mi lugar y a mi tierra.

Gén 30:26  Dame mis mujeres y mis hijos por los cuales te he servido, y déjame ir; pues tú bien sabes el servicio que te he prestado.

Gén 30:27  Pero Labán le respondió: Si ahora he hallado gracia ante tus ojos, quédate conmigo; me he dado cuenta de que el SEÑOR me ha bendecido por causa tuya.

Quinta aliyá, 30:28 - 31:16

Gén 30:28  Y añadió: Fíjame tu salario, y te lo daré.

Gén 30:29  Mas él le respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo le ha ido a tu ganado conmigo.

Gén 30:30  Porque tenías poco antes de que yo viniera, y ha aumentado hasta ser multitud; y el SEÑOR te ha bendecido en todo lo que he hecho. Y ahora, ¿cuándo proveeré yo también para mi propia casa?

Gén 30:31  Y él respondió: ¿Qué te daré? Y Jacob dijo: No me des nada. Volveré a pastorear y a cuidar tu rebaño si tan sólohaces esto por mí:

Gén 30:32  déjame pasar por entre todo tu rebaño hoy, apartando de él toda oveja moteada o manchada y todos los corderos negros, y las manchadas o moteadas de entre las cabras, y ése será mi salario.

Gén 30:33  Mi honradez responderá por mí el día de mañana, cuando vengas a ver acerca de mi salario. Todo lo que no sea moteado y manchado entre las cabras, y negro entre los corderos, si es hallado conmigo, se considerará robado.

Gén 30:34  Y Labán dijo: Muy bien, sea conforme a tu palabra.

 

Gén 30:35  Aquel mismo día apartó Labán los machos cabríos rayados o manchados y todas las cabras moteadas o manchadas, y todo lo que tenía algo de blanco, y de entre los corderos todos los negros, y lo puso todo al cuidado de sus hijos.

Gén 30:36  Y puso una distancia de tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba el resto de los rebaños de Labán.

Iaacov aplica técnicas especiales para la reproducción de animales con características genéticas específicas

Gén 30:37  Entonces Jacob tomó varas verdes de álamo, de almendro y de plátano, y les sacó tiras blancas de la corteza, descubriendo así lo blanco de las varas.

Gén 30:38  Y colocó las varas que había descortezado delante de los rebaños, en los canales, en los abrevaderos, donde los rebaños venían a beber; y se apareaban cuando venían a beber.

Gén 30:39  Así se apareaban los rebaños junto a las varas; y los rebaños tenían crías rayadas, moteadas y manchadas.

Gén 30:40  Y Jacob apartó los corderos, y puso los rebaños en dirección a lo rayado y a todo lo negro en el rebaño de Labán, y puso su propio hato aparte; no lo puso con el rebaño de Labán.

Gén 30:41  Además, sucedía que cada vez que los más robustos del rebaño se apareaban, Jacob ponía las varas a la vista del rebaño en los canales, para que se aparearan frente a las varas;

Gén 30:42  pero cuando el rebaño era débil, no las ponía, de manera que las crías débiles vinieron a ser de Labán y las robustas de Jacob.

Gén 30:43  Así prosperó el hombre en gran manera, y tuvo grandes rebaños, y siervas y siervos, y camellos y asnos.

CAPÍTULO 31

Iaacov decide huir de Labán

Gén 31:1  Pero Jacob oyó las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob se ha apoderado de todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha hecho toda esta riqueza.

Gén 31:2  Y Jacob observó la actitud de Labán, y he aquí, ya no era amigable para con él como antes.

Gén 31:3  Entonces el SEÑOR dijo a Jacob: Vuelve a la tierra de tus padres y a tus familiares, y yo estaré contigo.

Gén 31:4  Jacob, pues, envió a llamar a Raquel y a Lea al campo, donde estaba su rebaño,

Gén 31:5  y les dijo: Veo que el semblante de vuestro padre, no es amigable para conmigo como antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo.

Gén 31:6  Y vosotras sabéis que he servido a vuestro padre con todas mis fuerzas.

Gén 31:7  No obstante vuestro padre me ha engañado, y ha cambiado mi salario diez veces; Dios, sin embargo, no le ha permitido perjudicarme.

Gén 31:8  Si él decía: "Las moteadas serán tu salario", entonces todo el rebaño paría moteadas; y si decía: "Las rayadas serán tu salario", entonces todo el rebaño paría rayadas.

Gén 31:9  De esta manera Dios ha quitado el ganado a vuestro padre y me lo ha dado a mí.

Gén 31:10  Y sucedió que por el tiempo cuando el rebaño estaba en celo, alcé los ojos y vi en sueños; y he aquí, los machos cabríos que cubrían las hembras eran rayados, moteados y abigarrados.

Gén 31:11  Entonces el ángel de Dios me dijo en el sueño: "Jacob"; y yo respondí: "Heme aquí."

Gén 31:12  Y él dijo: "Levanta ahora los ojos y ve que todos los machos cabríos que están cubriendo las hembras son rayados, moteados y abigarrados, pues yo he visto todo lo que Labán te ha hecho.

Gén 31:13  "Yo soy el Dios de Betel, donde tú ungiste un pilar, donde me hiciste un voto. Levántate ahora, sal de esta tierra, y vuelve a la tierra donde naciste."

Gén 31:14  Y Raquel y Lea respondieron, y le dijeron: ¿Tenemos todavía nosotras parte o herencia alguna en la casa de nuestro padre?

Gén 31:15  ¿No nos ha tratado como extranjeras? Pues nos ha vendido, y también ha consumido por completo el precio de nuestra compra.

Gén 31:16  Ciertamente, toda la riqueza que Dios ha quitado de nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos; ahora pues, todo lo que Dios te ha dicho, hazlo.

Sexta aliyá, 31:17 - 42

Iaacov parte de regreso hacia la Tierra Prometida

Gén 31:17  Entonces Jacob se levantó, montó a sus hijos y a sus mujeres en los camellos,

Gén 31:18  y puso en camino todo su ganado y todas las posesiones que había acumulado, el ganado adquirido que había acumulado en Padán-aram, para ir a Isaac su padre, a la tierra de Canaán.

Gén 31:19  Y mientras Labán había ido a trasquilar sus ovejas, Raquel robó los ídolos domésticos que eran de su padre.

Gén 31:20  Y Jacob engañó a Labán arameo al no informarle que huía.

Gén 31:21  Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó, cruzó el río Eufrates y se dirigió hacia la región montañosa de Galaad.

Gén 31:22  Y al tercer día, cuando informaron a Labán que Jacob había huido,

Gén 31:23  tomó a sus parientes consigo y lo persiguió por siete días; y lo alcanzó en los montes de Galaad.

Gén 31:24  Pero Dios vino a Labán arameo en sueños durante la noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob ni bien ni mal.

Gén 31:25  Alcanzó, pues, Labán a Jacob. Y Jacob había plantado su tienda en la región montañosa, y Labán y sus parientes acamparon en los montes de Galaad.

Gén 31:26  Entonces Labán dijo a Jacob: ¿Qué has hecho, engañándome y llevándote a mis hijas como si fueran cautivas de guerra?

Gén 31:27  ¿Por qué huiste en secreto y me engañaste, y no me avisaste para que yo pudiera despedirte con alegría y cantos, con panderos y liras?

Gén 31:28  ¿Por qué no me has permitido besar a mis hijos y a mis hijas? En esto has obrado neciamente.

Gén 31:29  Tengo poder para hacerte daño, pero anoche el Dios de tu padre me habló, diciendo: "Guárdate de hablar nada con Jacob ni bueno ni malo."

Gén 31:30  Y ahora, ciertamente te has marchado porque añorabas mucho la casa de tu padre; pero ¿por qué robaste mis dioses?

Gén 31:31  Entonces Jacob respondió, y dijo a Labán: Porque tuve miedo, pues dije: "No sea que me quites a tus hijas a la fuerza."

Gén 31:32  Pero aquel con quien encuentres tus dioses, no vivirá. En presencia de nuestros parientes indica lo que es tuyo entre mis cosas y llévatelo. Pues Jacob no sabía que Raquel los había robado.

Gén 31:33  Entró entonces Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de Lea y en la tienda de las dos siervas, pero no losencontró. Después salió de la tienda de Lea y entró en la tienda de Raquel.

Gén 31:34  Y Raquel había tomado los ídolos domésticos, los había puesto en los aparejos del camello y se había sentado sobre ellos. Y Labán buscó por toda la tienda, pero no los encontró.

Gén 31:35  Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor porque no pueda levantarme delante de ti, pues estoy con lo que es común entre las mujeres. Y él buscó, pero no encontró los ídolos domésticos.

Gén 31:36  Entonces se enojó Jacob y riñó con Labán; y respondiendo Jacob, dijo a Labán: ¿Cuál es mi transgresión? ¿Cuál es mi pecado para que tan enardecidamente me hayas perseguido?

Gén 31:37  Aunque has buscado en todos mis enseres, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo delante de mis parientes y de tus parientes para que ellos juzguen entre nosotros dos.

Gén 31:38  Estos veinte años yo he estado contigo; tus ovejas y tus cabras no han abortado, ni yo he comido los carneros de tus rebaños.

Gén 31:39  No te traía lo despedazado por las fieras; yo cargaba con la pérdida. Tú lo demandabas de mi mano, tanto lorobado de día como lo robado de noche.

Gén 31:40  Estaba yo que de día el calor me consumía y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos.

Gén 31:41  Estos veinte años he estado en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis por tu rebaño, y diez veces cambiaste mi salario.

Gén 31:42  Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham, y temor de Isaac, no hubiera estado conmigo, ciertamente me hubieras enviado ahora con las manos vacías. Pero Dios ha visto mi aflicción y la labor de mis manos, y anoche hizo justicia.

Séptima aliyá, 31:43 - 54

Gén 31:43  Respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son mis hijas, y los hijos mis hijos, y los rebaños mis rebaños, y todo lo que ves es mío. ¿Pero qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas dieron a luz?

Gén 31:44  Ahora bien, ven, hagamos un pacto tú y yo y que sirva de testimonio entre tú y yo.

Gén 31:45  Entonces Jacob tomó una piedra y la levantó como señal.

Gén 31:46  Y Jacob dijo a sus parientes: Recoged piedras. Y tomaron piedras e hicieron un montón, y comieron allí junto al montón.

Gén 31:47  Labán lo llamó Jegar Sahaduta, pero Jacob lo llamó Galed.

Gén 31:48  Y Labán dijo: Este montón es hoy un testigo entre tú y yo. Por eso lo llamó Galed;

Gén 31:49  y Mizpa, porque dijo: Que el SEÑOR nos vigile a los dos cuando nos hayamos apartado el uno del otro.

Gén 31:50  Si maltratas a mis hijas, o si tomas otras mujeres además de mis hijas, aunque nadie lo sepa, mira, Dios es testigo entre tú y yo.

Gén 31:51  Y Labán dijo a Jacob: Mira este montón, y mira el pilar que he puesto entre tú y yo.

Gén 31:52  Testigo sea este montón y testigo sea el pilar de que yo no pasaré de este montón hacia ti y tú no pasarás de este montón y de este pilar hacia mí, para hacer daño.

Gén 31:53  El Dios de Abraham y el Dios de Nacor, Dios de sus padres, juzgue entre nosotros. Entonces Jacob juró por el que temía su padre Isaac.

Gén 31:54  Luego ofreció Jacob un sacrificio en el monte, y llamó a sus parientes a comer; y comieron, y pasaron la noche en el monte.

Gén 31:55  Y Labán se levantó muy de mañana, besó a sus hijos y a sus hijas, y los bendijo. Entonces Labán partió y regresó a su lugar.

CAPÍTULO 32

Maftir

Gén 32:1  Y cuando Jacob siguió su camino, los ángeles de Dios le salieron al encuentro.

Gén 32:2  Y al verlos, Jacob dijo: Este es el campamento de Dios; por eso le puso a aquel lugar el nombre de Mahanaim.

HAFTARAT VAYETSÉ

Hoshea (Oseas) 11:7 - 14:10

Hoshea (Oseas) 11

Hashem se compadece de Israel

Ose 11:7  Pues mi pueblo se mantiene infiel contra mí; aunque ellos lo llaman para que se vuelva al Altísimo, ninguno leexalta.

Ose 11:8  ¿Cómo podré abandonarte, Efraín? ¿Cómo podré entregarte, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como a Adma? ¿Cómo podré tratarte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se enciende toda mi compasión.

Ose 11:9  No ejecutaré el furor de mi ira; no volveré a destruir a Efraín. Porque yo soy Dios y no hombre, el Santo en medio de ti, y no vendré con furor.

Ose 11:10  En pos del SEÑOR caminarán, El rugirá como un león; ciertamente El rugirá, y sus hijos vendrán temblando desde el occidente.

Ose 11:11  De Egipto vendrán temblando como aves, y de la tierra de Asiria como palomas, y yo los estableceré en sus casas—declara el SEÑOR.

Ose 11:12  Efraín me rodea de mentiras, y de engaño la casa de Israel; Judá todavía anda lejos de Dios, y del Santo, que es fiel.

Hoshea (Oseas) 12

Iehudá - el Reino del Sur - conserva su lealtad

Ose 12:1  Efraín se alimenta de viento, y persigue sin cesar al solano. Multiplica la mentira y la violencia; hacen además pacto con Asiria, y el aceite es llevado a Egipto.

Ose 12:2  El SEÑOR tiene también contienda con Judá, y castigará a Jacob conforme a sus caminos; conforme a sus obras le pagará.

Ose 12:3  En el vientre tomó a su hermano por el calcañar, y en su madurez luchó con Dios.

Ose 12:4  Sí, luchó con el ángel y prevaleció, lloró y le pidió su ayuda; en Betel le encontró, y allí El habló con nosotros,

Ose 12:5  sí, el SEÑOR, Dios de los ejércitos, el SEÑOR es su nombre.

Efraim rechaza a sus profetas

Ose 12:6  Y tú, vuelve a tu Dios, practica la misericordia y la justicia, y espera siempre en tu Dios.

Ose 12:7  A un mercader, en cuyas manos hay balanzas falsas, le gusta oprimir.

Ose 12:8  Y Efraín ha dicho: Ciertamente me he enriquecido, he adquirido riquezas para mí; en todos mis trabajos no hallarán en mí iniquidad alguna que sea pecado.

Ose 12:9  Pero yo he sido el SEÑOR tu Dios desde la tierra de Egipto; de nuevo te haré habitar en tiendas, como en los días de la fiesta señalada.

Ose 12:10  También he hablado a los profetas y multipliqué las visiones; y por medio de los profetas hablé en parábolas.

Ose 12:11  ¿Hay iniquidad en Galaad? Ciertamente son indignos. En Gilgal sacrifican toros, sí, sus altares son como montones de piedra en los surcos del campo.

Ose 12:12  Mas Jacob huyó a la tierra de Aram, e Israel sirvió por una mujer, y por una mujer cuidó rebaños.

Ose 12:13  Por un profeta el SEÑOR hizo subir a Israel de Egipto, y por un profeta fue guardado.

Ose 12:14  Efraín le ha irritado amargamente; por eso su Señor dejará sobre él su culpa de sangre, y le devolverá su oprobio.

Hoshea (Oseas) 13

Caída de Efraim

​​

Ose 13:1  Cuando Efraín hablaba, reinaba el temor; se había exaltado a sí mismo en Israel, pero por causa de Baal pecó y murió.

Ose 13:2  Y ahora continúan pecando: se hacen imágenes fundidas, ídolos, con su plata, conforme a su pericia, todo ello obra de artífices. De ellos dicen: Que los hombres que sacrifican, besen los becerros.

Ose 13:3  Por tanto, serán como niebla de la mañana, y como rocío que pronto desaparece, como paja aventada de la era, y como humo de chimenea.

Ose 13:4  Mas yo he sido el SEÑOR tu Dios desde la tierra de Egipto; no reconocerás a otro dios fuera de mí, pues no hay más salvador que yo.

Ose 13:5  Yo te cuidé en el desierto, en tierra muy seca.

Ose 13:6  Cuando comían sus pastos, se saciaron, y al estar saciados, se ensoberbeció su corazón; por tanto, se olvidaron de mí.

Ose 13:7  Seré, pues, para ellos como león; como leopardo junto al camino acecharé.

Ose 13:8  Como osa privada de sus cachorros, me enfrentaré a ellos y les desgarraré el pecho, y allí los devoraré como leona, como los desgarraría una bestia salvaje.

Ose 13:9  Tu destrucción vendrá, oh Israel, porque estás contra mí, contra tu ayuda.

Vana es la fe en reyes y dirigentes humanos

Ose 13:10  ¿Dónde está ahora tu rey para que te salve en todas tus ciudades, y tus jueces de quienes me decías: Dame rey y príncipes?

Ose 13:11  Te di rey en mi ira, y te lo quité en mi furor.

Ose 13:12  Atada está la iniquidad de Efraín, guardado su pecado.

Ose 13:13  Dolores de parto vienen sobre él; no es un hijo sensato, porque no es hora de que se demore en la apertura del vientre.

Ose 13:14  ¿Los libraré del poder del Seol? ¿Los redimiré de la muerte? ¿Dónde están, oh muerte, tus espinas? ¿Dónde está, oh Seol, tu aguijón? La compasión estará oculta a mi vista.

Ose 13:15  Aunque él florezca entre los juncos, vendrá el solano, viento del SEÑOR que sube del desierto, y su fuente se secará y su manantial se agotará; despojará su tesoro de todos los objetos preciosos.

Ose 13:16  Samaria será considerada culpable, porque se rebeló contra su Dios. Caerán a espada; serán estrellados sus niños, y abiertos los vientres de sus mujeres encinta.

Hoshea (Oseas) 14

Llamado a retornar a la senda de Hashem

Ose 14:1  Vuelve, oh Israel, al SEÑOR tu Dios, pues has tropezado a causa de tu iniquidad.

Ose 14:2  Tomad con vosotros palabras, y volveos al SEÑOR. Decidle: Quita toda iniquidad, y acéptanos bondadosamente, para que podamos presentar el fruto de nuestros labios.

Ose 14:3  Asiria no nos salvará, no montaremos a caballo, y nunca más diremos: "Dios nuestro" a la obra de nuestras manos, pues en ti el huérfano halla misericordia.

Ose 14:4  Yo sanaré su apostasía, los amaré generosamente, pues mi ira se ha apartado de ellos.

Ose 14:5  Seré como rocío para Israel; florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como los cedros del Líbano.

Ose 14:6  Brotarán sus renuevos, y será su esplendor como el del olivo, y su fragancia como la de los cedros del Líbano.

Ose 14:7  Los que moran a su sombra, cultivarán de nuevo el trigo y florecerán como la vid. Su fama será como la del vino del Líbano.

Ose 14:8  Efraín, ¿qué tengo yo que ver ya con los ídolos? Yo respondo y te cuido. Yo soy como un frondoso ciprés; de mí procede tu fruto.

Ose 14:9  Quien es sabio, que entienda estas cosas; quien es prudente, que las comprenda. Porque rectos son los caminos del SEÑOR, y los justos andarán por ellos; pero los transgresores tropezarán en ellos.

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