top of page
Sosteniendo un libro de oraciones

REFLEXIONES & ENSEÑANZA

PARASHÁ SEMANAL DE LA TORÁ

La Torá es fundamentalmente el libro que le revela al hombre la VOLUNTAD de Hashem, que debe hacer y cómo debe hacerlo y el objetivo del hombre es apegarse a Hashem.

images.jpg

 Parashá 12 VaYejí

Génesis 47:28 – 50:26

Aliyás de la Torá:

  1. 47:28 – 48:9 

  2. 48:10-16

  3. 48:17-22

  4. 49:1-18

  5. 49:19-26

  6. 49:27 – 50:20

  7. 50:21-26

  8. Maftir: 50:23-26

 

Haftará: 1 Reyes 2:1-12

Los Escritos Mesiánicos: Marcos 15:6 – 16:8

VaYejí Significa “y vivió”.

CAPÍTULO 47

Última etapa de la vida física del patriarca Iaacov

Primera aliyá, 47:28 – 48:9 

Gén 47:28  Y Jacob vivió en la tierra de Egipto diecisiete años; así que los días de Jacob, los años de su vida, fueron ciento cuarenta y siete años.

Gén 47:29  Cuando a Israel se le acercó el tiempo de morir, llamó a su hijo José y le dijo: Si he hallado gracia ante tus ojos, por favor, pon ahora tu mano debajo de mi muslo y trátame con misericordia y fidelidad: Por favor, no me sepultes en Egipto.

Gén 47:30  Cuando duerma con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás en el sepulcro de ellos. Y José respondió: Haré según tu palabra.

Gén 47:31  Y Jacob dijo: Júramelo . Y se lo juró. Entonces Israel se inclinó en adoración en la cabecera de la cama.

CAPÍTULO 48

Iaacov se enferma

Gén 48:1  Y sucedió que después de estas cosas, le dijeron a José: He aquí, tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín.

Gén 48:2  Cuando se le avisó a Jacob diciendo: He aquí, tu hijo José ha venido a ti, Israel hizo un esfuerzo y se sentó en la cama.

Gén 48:3  Entonces Jacob dijo a José: El Dios Todopoderoso se me apareció en Luz, en la tierra de Canaán; me bendijo,

Gén 48:4  y me dijo: "He aquí, yo te haré fecundo y te multiplicaré; y haré de ti multitud de pueblos y daré esta tierra a tu descendencia después de ti en posesión perpetua."

Gén 48:5  Ahora pues, tus dos hijos que te nacieron en la tierra de Egipto, antes de que yo viniera a ti a Egipto, míos son; Efraín y Manasés serán míos, como lo son Rubén y Simeón.

Gén 48:6  Pero los hijos que has engendrado después de ellos, serán tuyos; serán llamados por el nombre de sus hermanos en su heredad.

Gén 48:7  En cuanto a mí, cuando vine de Padán, Raquel se me murió en la tierra de Canaán, en el camino, cuando faltaba todavía cierta distancia para llegar a Efrata, y la sepulté allí en el camino a Efrata, esto es Belén.

Gén 48:8  Cuando Israel vio a los hijos de José, dijo: ¿Quiénes son éstos?

Gén 48:9  Y José respondió a su padre: Son mis hijos, los que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos a mí, te ruego, para que yo los bendiga.

Segunda aliyá, 48:10-16

Gén 48:10  Y los ojos de Israel estaban tan débiles por la vejez que no podía ver. Entonces José se los acercó, y él los besó y los abrazó.

Gén 48:11  E Israel dijo a José: Nunca esperaba ver tu rostro, y he aquí, Dios me ha permitido ver también a tus hijos.

Gén 48:12  Entonces José los tomó de las rodillas de Jacob, y se inclinó con su rostro en tierra.

 

Gén 48:13  Y José tomó a los dos, a Efraín con la derecha, hacia la izquierda de Israel, y a Manasés con la izquierda, hacia la derecha de Israel, y se los acercó.

Israel (Iaacov) bendice a los hijos de Iosef

Gén 48:14  Pero Israel extendió su derecha y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, cruzando adrede sus manos, aunque Manasés era el primogénito.

Gén 48:15  Y bendijo a José, y dijo: El Dios delante de quien anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor toda mi vida hasta este día,

Gén 48:16  el ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos muchachos; y viva en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y crezcan para ser multitud en medio de la tierra.

Tercera aliyá, 48:17-22

Gén 48:17  Cuando José vio que su padre había puesto su mano derecha sobre la cabeza de Efraín, esto le desagradó; y asió la mano de su padre para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés.

Gén 48:18  Y José dijo a su padre: No sea así, padre mío, pues éste es el primogénito. Pon tu derecha sobre su cabeza.

Gén 48:19  Mas su padre rehusó y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; él también llegará a ser un pueblo, y él también será grande. Sin embargo, su hermano menor será más grande que él, y su descendencia llegará a ser multitud de naciones.

Gén 48:20  Y los bendijo aquel día, diciendo: Por ti bendecirá Israel, diciendo: Que Dios te haga como Efraín y Manasés. Así puso a Efraín antes de Manasés.

Gén 48:21  Entonces Israel dijo a José: He aquí, yo estoy a punto de morir, pero Dios estará con vosotros y os hará volver a la tierra de vuestros padres.

Gén 48:22  Y yo te doy una parte más que a tus hermanos, la cual tomé de mano del amorreo con mi espada y con mi arco.

CAPÍTULO 49

Bendiciones de Iaacov a sus hijos. Primero al primogénito Reuvén

Cuarta aliyá, 49:1-18

Gén 49:1  Entonces Jacob llamó a sus hijos, y dijo: Reuníos para que os haga saber lo que os ha de acontecer en los días venideros.

Gén 49:2  Juntaos y oíd, hijos de Jacob, y escuchad a Israel vuestro padre.

Gén 49:3  Rubén, tú eres mi primogénito, mi poderío y el principio de mi vigor, prominente en dignidad y prominente en poder.

Gén 49:4  Incontrolable como el agua, no tendrás preeminencia, porque subiste a la cama de tu padre, y la profanaste: él subió a mi lecho.

Bendición a Simón, Levi y Iehudá

Gén 49:5  Simeón y Leví son hermanos; sus armas instrumentos de violencia.

Gén 49:6  En su consejo no entre mi alma, a su asamblea no se una mi gloria, porque en su ira mataron hombres, y en su obstinación desjarretaron bueyes.

Gén 49:7  Maldita su ira porque es feroz; y su furor porque es cruel. Los dividiré en Jacob, y los dispersaré en Israel.

Gén 49:8  A ti Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; se inclinarán a ti los hijos de tu padre.

Gén 49:9  Cachorro de león es Judá; de la presa, hijo mío, has subido. Se agazapa, se echa como león, o como leona, ¿quién lo despertará?

Gén 49:10  El cetro no se apartará de Judá, ni la vara de gobernante de entre sus pies, hasta que venga Siloh, y a él sea dadala obediencia de los pueblos.

Gén 49:11  El ata a la vid su pollino, y a la mejor cepa el hijo de su asna; él lava en vino sus vestiduras, y en la sangre de las uvas su manto.

Gén 49:12  Sus ojos están apagados por el vino, y sus dientes blancos por la leche.

Bendición a Zevulún

Gén 49:13  Zabulón habitará a la orilla del mar; y él será puerto para naves, y su límite será hasta Sidón.

Bendición a Isajar

Gén 49:14  Isacar es un asno fuerte, echado entre los apriscos.

Gén 49:15  Al ver que el lugar de reposo era bueno y que la tierra era agradable, inclinó su hombro para cargar, y llegó a ser esclavo en trabajos forzados.

Bendición a Dan

Gén 49:16  Dan juzgará a su pueblo, como una de las tribus de Israel.

Gén 49:17  Sea Dan serpiente junto al camino, víbora junto al sendero, que muerde los jarretes del caballo, y cae su jinete hacia atrás.

Gén 49:18  ¡Tu salvación espero, oh Señor!

Bendición a Gad

Quinta aliyá, 49:19-26

Gén 49:19  A Gad salteadores lo asaltarán, mas él asaltará su retaguardia.

Bendición a Asher

Gén 49:20  En cuanto a Aser, su alimento será sustancioso, y él dará manjares de rey.

Bendición a Naftali

Gén 49:21  Neftalí es una cierva en libertad, que pronuncia palabras hermosas.

Bendición a Iosef

Gén 49:22  Rama fecunda es José, rama fecunda junto a un manantial; sus vástagos se extienden sobre el muro.

Gén 49:23  Los arqueros lo atacaron con furor, lo asaetearon y lo hostigaron;

Gén 49:24  pero su arco permaneció firme y sus brazos fueron ágiles por las manos del Poderoso de Jacob (de allí es el Pastor, la Roca de Israel),

Gén 49:25  por el Dios de tu padre que te ayuda, y por el Todopoderoso que te bendice con bendiciones de los cielos de arriba, bendiciones del abismo que está abajo, bendiciones de los pechos y del seno materno.

Gén 49:26  Las bendiciones de tu padre han sobrepasado las bendiciones de mis antepasados hasta el límite de los collados eternos; sean ellas sobre la cabeza de José, y sobre la cabeza del consagrado de entre tus hermanos.

Sexta aliyá, 49:27 - 50:20

Bendición a Biniamín

Gén 49:27  Benjamín es lobo rapaz; de mañana devora la presa, y a la tarde reparte los despojos.

Conclusión

Gén 49:28  Todas estas son las doce tribus de Israel, y esto es lo que les dijo su padre cuando los bendijo. A cada uno lo bendijo con la bendición que le correspondía.

Último deseo de Iaacov

Gén 49:29  Después les ordenó y les dijo: Voy a ser reunido a mi pueblo; sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón hitita,

Gén 49:30  en la cueva que está en el campo de Macpela, que está frente a Mamre, en la tierra de Canaán, la cual Abraham compró juntamente con el campo de Efrón hitita, para posesión de una sepultura.

Gén 49:31  Allí sepultaron a Abraham y a su mujer Sara; allí sepultaron a Isaac y a su mujer Rebeca, y allí sepulté yo a Lea.

Gén 49:32  El campo y la cueva que hay en él, fueron comprados de los hijos de Het.

Gén 49:33  Cuando Jacob terminó de encargar estas cosas a sus hijos, recogió sus pies en la cama y expiró, y fue reunido a su pueblo.

CAPÍTULO 50

Duelo por Iaacov - Embalsamiento del patriarca

Gén 50:1  José se echó sobre el rostro de su padre, lloró sobre él y lo besó.

Gén 50:2  Y ordenó José a sus siervos médicos que embalsamaran a su padre; y los médicos embalsamaron a Israel.

Gén 50:3  Y se requerían cuarenta días para ello, porque este es el tiempo requerido para el embalsamamiento. Y los egipcios lo lloraron setenta días.

Gén 50:4  Y cuando pasaron los días de luto por él, habló José a la casa de Faraón, diciendo: Si he hallado ahora gracia ante vuestros ojos, os ruego que habléis a Faraón, diciendo:

Gén 50:5  "Mi padre me hizo jurar, diciendo: 'He aquí, voy a morir; en el sepulcro que cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me sepultarás.' Ahora pues, te ruego que me permitas ir a sepultar a mi padre, y luego volveré."

Gén 50:6  Y Faraón dijo: Sube y sepulta a tu padre como él te hizo jurar.

Gén 50:7  Entonces José subió a sepultar a su padre, y con él subieron todos los siervos de Faraón, los ancianos de su casa y todos los ancianos de la tierra de Egipto,

Gén 50:8  y toda la casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre; sólo dejaron a sus pequeños, sus ovejas y sus vacas en la tierra de Gosén.

Gén 50:9  Subieron también con él carros y jinetes; y era un cortejo muy grande.

Gén 50:10  Cuando llegaron hasta la era de Atad, que está al otro lado del Jordán, hicieron allí duelo con una grande y dolorosa lamentación; y José guardó siete días de duelo por su padre.

Gén 50:11  Y cuando los habitantes de la tierra, los cananeos, vieron el duelo de la era de Atad, dijeron: Este es un duelo doloroso de los egipcios. Por eso llamaron al lugar Abel-mizraim, el cual está al otro lado del Jordán.

Gén 50:12  Sus hijos, pues, hicieron con él tal como les había mandado;

Gén 50:13  pues sus hijos lo llevaron a la tierra de Canaán, y lo sepultaron en la cueva del campo de Macpela, frente a Mamre, la cual Abraham había comprado de Efrón hitita, junto con el campo para posesión de una sepultura.

Gén 50:14  Y después de sepultar a su padre, José regresó a Egipto, él y sus hermanos, y todos los que habían subido con él para sepultar a su padre.

Iosef tranquiliza a sus hermanos

Gén 50:15  Al ver los hermanos de José que su padre había muerto, dijeron: Quizá José guarde rencor contra nosotros, y de cierto nos devuelva todo el mal que le hicimos.

Gén 50:16  Entonces enviaron un mensaje a José, diciendo: Tu padre mandó antes de morir, diciendo:

Gén 50:17  "Así diréis a José: 'Te ruego que perdones la maldad de tus hermanos y su pecado, porque ellos te trataron mal.'" Y ahora, te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró cuando le hablaron.

Gén 50:18  Entonces sus hermanos vinieron también y se postraron delante de él, y dijeron: He aquí, somos tus siervos.

Gén 50:19  Pero José les dijo: No temáis, ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?

Gén 50:20  Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo tornó en bien para que sucediera como vemos hoy, y se preservara la vida de mucha gente.

Séptima aliyá, 50:21-26

Gén 50:21  Ahora pues, no temáis; yo proveeré para vosotros y para vuestros hijos. Y los consoló y les habló cariñosamente.

Gén 50:22  Y José se quedó en Egipto, él y la casa de su padre; y vivió José ciento diez años.

Maftir

Gén 50:23  Y vio José la tercera generación de los hijos de Efraín; también los hijos de Maquir, hijo de Manasés, nacieron sobre las rodillas de José.

Fallecimiento de Iosef

Gén 50:24  Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir, pero Dios ciertamente os cuidará y os hará subir de esta tierra a la tierra que El prometió en juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob.

Gén 50:25  Luego José hizo jurar a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os cuidará, y llevaréis mis huesos de aquí.

Gén 50:26  Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron y lo pusieron en un ataúd en Egipto.

JAZAK, JAZAK, VENITJAZEK

(¡Sé fuerte, sé fuerte, y nos fortaleceremos!)

HAFTARAT VAYEJÍ

1 Melajim (Reyes) 2:1-12

Testamento del rey David

1Re 2:1  Y acercándose los días de la muerte de David, dio órdenes a su hijo Salomón, diciendo:

1Re 2:2  Yo voy por el camino de todos en la tierra. Sé, pues, fuerte y sé hombre.

1Re 2:3  Guarda los mandatos del SEÑOR tu Dios, andando en sus caminos, guardando sus estatutos, sus mandamientos, sus ordenanzas y sus testimonios, conforme a lo que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y dondequiera que vayas,

1Re 2:4  para que el SEÑOR cumpla la promesa que me hizo, diciendo: "Si tus hijos guardan su camino, andando delante de mí con fidelidad, con todo su corazón y con toda su alma, no te faltará hombre sobre el trono de Israel."

1Re 2:5  También sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a los dos comandantes de los ejércitos de Israel, a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jeter, a los cuales mató; también derramó sangre de guerra en tiempo de paz. Y puso sangre de guerra en el cinturón que lo ceñía y en las sandalias que tenía en sus pies.

1Re 2:6  Haz, pues, conforme a tu sabiduría, y no permitas que sus canas desciendan al Seol en paz.

1Re 2:7  Mas muestra bondad a los hijos de Barzilai galaadita, y que estén entre los que comen a tu mesa; porque ellos me ayudaron cuando huía de tu hermano Absalón.

1Re 2:8  Y he aquí, está contigo Simei, hijo de Gera, benjamita de Bahurim; él fue el que me maldijo con una terrible maldición el día que yo iba a Mahanaim. Mas cuando descendió a mi encuentro en el Jordán, le juré por el SEÑOR, diciendo: "No te mataré a espada."

1Re 2:9  Pero ahora, no lo dejes sin castigo, porque eres hombre sabio; sabrás lo que debes hacer con él y harás que desciendan sus canas con sangre al Seol.

1Re 2:10  Y durmió David con sus padres y fue sepultado en la ciudad de David.

1Re 2:11  Los días que David reinó sobre Israel fueron cuarenta años: siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres años reinó en Jerusalén.

1Re 2:12  Salomón se sentó en el trono de David su padre y su reino se afianzó en gran manera.

Escuchar reflexión:

bottom of page